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Turbulencias

viernes, 18 de julio de 2008

Cuando vemos a los analistas hablando sobre la situación económica en la televisión, podemos tener la sensación de que nos encontramos ante una especie de hombre del tiempo que señala las turbulencias surgidas en Estados Unidos, Asia y Oriente medio, tratando además de predecir la magnitud y la duración que tendrá el impacto de esas turbulencias en nuestro país. Es una intuición que puede sernos útil para avanzar en la comprensión del mundo en que vivimos. De hecho, Alan Greenspan señala, en La edad de las turbulencias, que la turbulencia es en sí misma la esencia del nuevo sistema financiero internacional y, por extensión, de nuestra economía mundializada.

Esto nos sitúa ante el reto global de impulsar iniciativas que contribuyan a la estabilidad de los mercados, mediante la aplicación de tres principios que en democracia son básicos: la transparencia, el acuerdo y la cooperación. Más transparencia ante la complejidad y opacidad de algunos productos financieros que impide la correcta valoración de riesgos. Más acuerdos, para consolidar una mejor regulación, para disponer de un marco mínimo común de reglas. Y más cooperación entre los supervisores y actores internacionales. La aplicación de estos tres principios parece sensata, tanto como lo es la lucha contra la pobreza o la lucha contra el cambio climático.

Pero mientras avanzamos globalmente, debemos también proteger a nuestro país. Y la mejor manera de afrontar cualquier turbulencia o crisis consiste en combinar fortaleza y flexibilidad. Fortaleza para defender a quienes siempre están más expuestos a la adversidad, esto es, fuertes para defender a los más débiles, para garantizar las prestaciones, las políticas públicas y la inversión social que la derecha quiere recortar. Flexibilidad para adaptarnos al cambio, para elevar pactos de Estado frente a la incertidumbre, para reorientar nuestro modelo de crecimiento sostenible hacia el talento y la innovación. Fortaleza para derrotar al derrotismo.

6 comentarios:

Ruth dijo...

Gracias Pedro por tus palabras, son alentadoras y muy sabias, soy una persona muy positiva, auqnue eso no quiera decir que no tenga mis momentos de bajada de moral, esta mañana leía un cita que bien creo que encaja en esta entrada dice así: Si tus males tienen remedio ¿por qué te quejas? Si no lo tienen ¿por qué te quejas? Proverbio chino.
Hay un gran número de los ciudadanos que andan lamentándose en vez de ayudar y colaborar, si las situaciones vienen desfavorables, por favor para a aportar nuestro granito de arena y juntos solucionar y paliar esta difícil situación que estamos atravesando en nuestro país. Un saludo y gracias por hacer estas entradas, llevaba días picando en tu bitácora esperando que hicieras una entrada.

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola Pedro:

Últimamente se habla mucho de la crisis económica que, desde mi punto de vista no es más que una crisis motivada por el precio que ha alcanzado el carburante y -dado que el carburante es necesario para que la industria produzca, para que los productos sean trasladados del punto de producción al punto de abastecimiento de la ciudadanía- esto es lo que forzando la subida de los precios finales de los artículos que consumimos; y, como consecuencia, pasa lo que pasa; que a l@s currit@s no les da para pagar la hipoteca, los bancos se resienten y restringen el crédito y las constructoras no pueden autofinanciarse ni por la vía de los bancos ni por la vía de los consumidores que ya no consumen.

Y, ante todo esto a nadie le da por lo que desde hace bastante tiempo vengo planteando: Si las reservas de petróleo no llegarán más allá del 2030, cuando vamos a empezar a apostar por la puesta en marcha, y además masiva, de plantas de biodiesel de segunda generación que, además de generar combustible barato, evitar la dependencia exterior, posibilitaría rehabilitar al sector agrario.

Recibe un saludo amigo Pedro.

Atentamente, Javier Caso Iglesias.

Denis Tarifa dijo...

Pedro Zerolo gracias por todo.
Un gran abrazo del grupo HyNE en Brasil.

Denis Tarifa

Denis Tarifa dijo...

Pedro Zerolo gracias por sus palabras e gracias por todo lo que ha hecho por los nietos de espanoles en exterior, un gran abrazo en nombre del grupo Hyne-Brasil.

Denis Tarifa

Rukaegos dijo...

Vaya, Pedro, no sabía que habías abierto un blog. Acabo de descubrirlo y paso a enlazarte en el mío, un santander posible.

Besos y feliz verano :)

Regino

Blogger-Algete dijo...

En un post que publicamos en la web lo teníamos claro. En estos tiempo lo que falta es más socialdemocracia y keynesianismo: inversión pública productiva (que nada tiene que ver con rescatar a las empresas víctimas de sus excesos), mejores salarios, mayor seguridad en el empleo, mayor control y regulación de los mercados financieros, protección de los mercados locales, y especialmente de las pymes, frente a la competencia desleal de países con condiciones laborales y sociales miserables, reducción de la dependencia energética apostando por las energías renovables (que son locales, distribuyen la riqueza e integran el territorio), racionalización de los modelos de urbanismo y transporte y mejora de los servicios públicos, con especial énfasis en la educación y la sanidad, como garantía de futuro. Pues eso más optimismo, menos quejarse, más ayudar y sobre todo.....más socialdemocracia y keynesianismo.