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Corazón azul

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Contra la trata de mujeres

60 años después

lunes, 15 de diciembre de 2008
Celebramos el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Una declaración que simboliza la lucha de tantas mujeres y hombres por un mundo mejor. El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos, por la que todos los pueblos y naciones deben esforzarse y promover, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a los derechos humanos y las libertades públicas; y asegurar, con medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universal.

Sesenta años después, el espíritu de la Declaración sigue vigente y es tan necesaria como lo fue entonces, aunque no podemos sentirnos satisfechos de su pleno reconocimiento y vigencia; porque todavía hoy son demasiados los países en los que no se respetan ni se reconocen los derechos humanos, porque son aún muchos los gobiernos y las legislaciones que continúan amparando la violación de los derechos que esta Declaración proclamó. Sí, me refiero, por ejemplo, al derecho a una vida digna, a la libertad de opinión y expresión, a un juicio justo, al libre consentimiento para contraer matrimonio, a la seguridad y protección social para la satisfacción de los derechos económicos, sociales, culturales, al derecho al trabajo, al acceso al agua potable, a un salario igual por un trabajo igual, al derecho a la libre orientación sexual e identidad de género o al derecho a la educación y a la paz.


Sin duda, tanto el totalitarismo político como el integrismo religioso son dos de los grandes males que impiden y dificultan los derechos que esta Declaración proclama. Sesenta años después debemos comprometernos con sus principios y no hay mejor manera que apostar por la educación, que es la mejor herramienta contra los fanatismos políticos y religiosos. Por eso debemos seguir denunciando que tanto el PP como la jerarquía católica, se opongan a que en España se imparta Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, tal y como recomendó Naciones Unidas a los países del mundo entero... hace ya demasiados años.

3 comentarios:

Ruth dijo...

Demasiados años han pasado desde la Declaración de los Derechos Humanos, y los hay que seguimos practicamente como al principio.
Demasiadas personas siguen pensando de manera indiviualista, más cuando defienden sus propios benecificios e intereses, sin mirar a quien tiene a su lado, las carencias que necesitan paliar, y obran de manera vulnerable.
No es fácil buscar un equilibrio en las cosas, pero los extremos no llevan a ninguna parte, para aquellas personas, entidades y demás que siguen acechando en contra del derecho de las personas, esto es en contra de los Derechos humanos, decirles que va siendo hora de cambiar, que ningún bien individual, puede compararse al bien individual, que tenemos la obligación de amar y ayudar a nuestro semejante como a nosotros mismos, que lo que no te gustan que te hagan, tampoco debemos hacerlo nosotros.
Querido Pedro, tenemos que seguir trabajando, concienciando a quienes pueden y deben cambiar su manera de pnsar y proceder, porque son demasiados millones de personas los que necesitan una vida más digna, contra esto no hay peros, así que a seguir hacia adelante para que algún día todo lo que no funciona, pueda funcionar, siempre sin perder la esperanza, ni tirar la toalla.
Un abrazote y mucho ánimo.

Aleguezxia dijo...

El derecho sobre todo a llevar una vida plena con quién te llene, sin depender del hecho de tener o no descendencia, cosa que en mi pesa. Gracias por luchar por los derechos de TODOS sean de la tendencia sexual que sean.

Besos
Rocío

raquel dijo...

Buenas noches:
Efectivamente, el totalitarismo político es el peor enemigo para el desarrollo digno de cualquier sociedad, pero, yo creo que también lo es una democracia mal comprendida, porque esta es la imprensión que saco de la actual situación política que vivimos en este país, es como si todos quisieran llevar la razón absoluta, como si no hubiese lugar para la reflexión, para que de las distintas ideas y proyectos, se pudiesen sacar sus puntos más positivos, no hay un deseo lo suficientemente generalizado como para que esto ocurra, y resulta bastante confuso, en ocasiones, tratar de sacar las conclusiones oportunas de la mejor manera posible, así que cuando escuchas al ex-ministro de defensa, decir que: _ " la Declaración de los Derechos Humanos no es aplicable, hoy por hoy, a un país como España poseedor de una Constitución que recoge muy bien el espíritu de dicho manifiesto, pero, el PSOE, lo utiliza para sacar provecho a su estrategia política"-, te das cuenta de que la tarea va a hacer más difícil de lo que pensabas, porque es obvio que, afortunadamente, este país ha avanzado a pasos gigantescos en la proclamación y puesta en marcha de la ampliación de derechos y libertades, pero de ahí a pensar que ya se ha hecho todo, es tener una visión muy poco progresista; por tanto, España y el resto de los países deben abrazar los principios allí establecidos como la esencia de sus diferentes actuaciones, porque sirven de base para la elaboración de nuevas necesidades, y éstas, sí que no permanecen inamovibles, sino que son el fiel reflejo de la evolución constante que toda sociedad, viva, experimenta. "El pensamiento no puede tomar asiento, el pensamiento es estar siempre de paso", decía una canción de Luis Eduardo Aute, eso sí sin abandonar el respeto.