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Corazón azul

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Contra la trata de mujeres

Muerte digna

jueves, 18 de marzo de 2010

Hace nueve años murió la abuela de una amiga víctima de un cáncer. Lo que mi amiga recuerda de aquel triste momento es que murió sin dolor, en su casa y rodeada de los suyos. Su abuela siempre lo tuvo claro: no quería sufrir, ni morir en un hospital. Sus médicos lo sabían y respetaron su deseo. Llegado el momento, cuando el desenlace de su enfermedad era irreversible, le aplicaron la sedación paliativa en su cama y en su casa, y no sintió dolor alguno. Durante tres días, una doctora y una enfermera del Hospital 12 de Octubre de Madrid, acudieron a diario al domicilio para tratarla. Al final, murió sin dolor y rodeada de sus seres queridos.

Esto ocurrió años antes de que el Gobierno de Esperanza Aguirre construyera lo que ya se conoce como el caso Lamela en el hospital de Leganés. Un caso que no sólo trató de desprestigiar a profesionales de la sanidad pública, sino que también cubrió con un manto de desconfianza los servicios de cuidados paliativos no sólo de Madrid, sino también del resto de España.

Recuerdo este caso porque el Parlamento andaluz acaba de aprobar, a iniciativa del Gobierno socialista de la Junta de Andalucía, la Ley de Derechos y Garantías de la Dignidad de las personas en el Proceso de la Muerte. Una norma que regula los derechos del paciente, y conforme a la cual la persona enferma podrá rechazar un tratamiento o tendrá derecho a recibir los cuidaos paliativos que le eviten el sufrimiento cuando el desenlace sea irreversible. Se trata de un paso muy importante. Así, el preámbulo de la ley es realista y no podía ser más clarificador en cuanto a la necesidad de esta ley: “Todos los seres humanos aspiran a vivir dignamente. El ordenamiento jurídico trata de concretar y simultáneamente proteger esta aspiración. Pero la muerte también forma parte de la vida (...). Una vida digna requiere una muerte digna”.

Esta ley aclara conceptos y procedimientos que a veces se confunden; habla de la protección que tienen los profesionales que atienden a estos pacientes y, por supuesto, de sus obligaciones. En definitiva, esta ley habla del derecho de todas las personas a morir con dignidad, que es al fin y al cabo lo que queremos para nosotros mismos y para nuestros seres queridos.




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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno tiene la sensación de que no va a salir del hoyo en el que esta metido,mi marido y yo llevamos dos años parados y viviendo con los padres con 36 años,padres que van justos de dinero porque son pensionistas o tienen mas hijos parados,es una situación insostenible...dramática,ves que pasa el tiempo y el gobierno te engaña, te dice que va a crear empleo pero tu ves en tu barrio que cierran comercios de toda la vida, el comentario de la gente es cada vez mas crispante y cada vez mas indignante hacia el gobierno, todos sabemos que vamos a votar al pp pese a que no nos gusta porque no hay otra cosa mejor, y uno se pregunta...¿donde están los verdaderos políticos?,¿donde esta la izquierda???...no existe eso ya, no escuchan....en las colas del inem se pegaron el otro día por un aparcamiento,la gente esta muy nerviosa,indignada con vosotros...cread trabajo que es lo que tenéis que hacer,y dejaría de tonterías que a nadie le interesan porque no nos dan para comer,¿usted come todos los meses verdad?,...

Riki Martín dijo...

Buenas noches Pedro.

Antes de nada, quiero presentarme. Me llamo Ricardo y nací y viví en Tenerife, hasta hace 5 años que por motivos profesionales me encuentro en Málaga. Soy militante socialista desde el año 1986 y fui compañero de colegio de tu hermano Eladio. En ese tiempo te conocí aunque supongo que no te acordarás de mi.
Te sigo desde hace unos meses porque me pareces un gran valor de futuro dentro de nuestro partido y comparto muchas de tus opiniones y artículos que escribes, incluido tu apoyo al laicismo. También soy socio de Europa Laica.
Me agrada enormemente tu post de hoy. He defendido siempre el derecho a decidir sobre tu propia vida a la hora que llegue tu muerte. Y en Andalucía acabamos de dar ejemplo de vanguardia en nuestro país, de nuevo. Estoy muy orgulloso de este paso que hemos logrado, aunque todavía queda mucho por hacer y luchar.
Paso a paso logramos Derechos que pensábamos hace 10 años que eran utópicos. Y tenemos todavía un largo camino en muchos de ellos, la muerte digna, derechos de igualdad de las mujeres, el laicismo, etc.
Quiero animarte a continuar por éste camino y comentarte que nos encontrarás a muchos como yo.
Ánimo y adelante.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Que viva la libertad de expresión que ayer me quitasteis un comentario...os felicito por eso de la muerte digna,ya era hora,lo veo muy bien,pero también vería bien la vida digna,tener un empleo y vivir con dignidad,ha ver que hacéis con esto,que cada vez hay mas gente pobre sin recursos...EMPLEO