Para las mujeres y los hombres socialistas la celebración del 1º de Mayo es parte de nuestra propia esencia. Es más, el PSOE nace de la reivindicación obrera, nace con UGT, y se construye, desde entonces, como herramienta de participación política para las trabajadoras y trabajadores, esto es, para la inmensa mayoría de la ciudadanía de nuestro país. Pero el camino no ha sido fácil y no hay que dar ni un paso atrás. Para llegar hasta aquí ha sido necesario el sacrificio y el trabajo de tantas agitadoras y agitadores –como antes se decía-. Una labor bienvenida, pues sin su agitación nada hubiera cambiado. La lucha contra la dominación y la discriminación ha sido la constante histórica de las mujeres y de los hombres que nos construimos dentro de un movimiento que es socialista, obrero, sindicalista e internacionalista. Una gran familia que, presente en todo el mundo, pretende la justicia y el progreso social. Así, el logro de la justicia a través de la exigencia de una sociedad donde la pobreza, la exclusión y el hambre, sea imposible; y el progreso como realización de las utopías que los de siempre tratan de cercenar.
Vivimos una crisis global. Una crisis del modelo que sigue defendiendo sin pudor la derecha en general y el PP en particular. Este es, pues, el momento de los verdaderos emprendedores, que no son otros que los trabajadores y trabajadoras de cualquier lugar. Y sólo si somos concientes de nuestra fuerza y de la importancia de la rebeldía, como motor de avance social, ganaremos. Sabemos que no es fácil dar soluciones, pero nadie como la izquierda para administrar los recursos, proteger a los más desfavorecidos y luchar contra un modelo injusto, insolidario y egoísta que, cuando quiebra, pretende exigir la generosidad del Estado y la corresponsabilidad de aquellos que no han tenido culpa alguna de la codicia y pésima gestión de algunos. Así, la mayoría denuncia ya el modelo que la derecha sigue defendiendo y quiere volver a imponer, con sus recortes sociales y su abaratamiento del despido. Por lo que de esta crisis debemos salir reforzados en la defensa de un modelo socialista que sea parte de la solución.
Por ultimo, recordar que hace más de 100 años se inició, en Chicago, una huelga que culminó en una de las principales conquistas en la historia del movimiento obrerista: la jornada laboral de ocho horas. Aquella movilización desembocó en la Revuelta de Haymarket, por la que un grupo de sindicalistas fueron condenados a muerte en un juicio fraudulento, y ejecutados posteriormente en la horca. Uno de aquellos trabajadores dijo antes de morir: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera decir yo ahora". Esa es la voz que sigue recorriendo las manifestaciones del Primero de Mayo en todas las ciudades del mundo entero. Por eso son tan necesarios los sindicatos. Hoy más que nunca hay que manifestarse para dejar bien claro que frente a las crisis: empleo, inversión pública y protección social. ¡Viva el 1º de Mayo!