Se cumplen 70 años de la llegada del Winnipeg a Chile. El 3 de septiembre de 1939, más de dos mil quinientos exiliados republicanos españoles llegaron al puerto chileno de Valparaíso en un barco llamado Winnipeg. Esta es la historia de un carguero que le debe mucho al poeta Pablo Neruda: un hombre que consiguió salvar a muchas familias españolas que habían conseguido escapar del golpe de estado del general Franco y del fascismo y llegar a Francia por los Pirineos. Neruda reunió entonces a quien pudo, gestionó sus papeles y consiguió un viejo barco para poderlos evacuar. Así, el día en que todos esos españoles montaron en el Winnipeg volvieron a nacer. Ése día, el 4 de agosto de 1939, ellos y ellas se convirtieron en hijos e hijas de Neruda.
El viaje del Winnipeg no es una anécdota de la resistencia contra la dictadura y su represión, no es algo del pasado, sino que es parte de una historia reciente que no debemos olvidar y, además, el recordatorio de una realidad cercana. Porque esta es la historia de todas las mujeres y hombres que han huido y huyen de la guerra, la violencia, la persecución política, la miseria, la exclusión o la muerte. Es la historia de todos los hombres y mujeres que se marchan a otro país en busca de Libertad, Igualdad y Fraternidad, esto es, de un futuro mejor. Esta es, pues, una historia muy nuestra que debemos conmemorar. Así pues, hablando de la hazaña del Winnipeg, Pablo Neruda escribió: "Que la crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie".
1 comentarios:
Extraordinario como siempre, felicidades Pedro.
Publicar un comentario