Yo también quiero TRANSformar Madrid

Corazón azul

Corazón azul
Contra la trata de mujeres

Ni perro ni gato

viernes, 29 de febrero de 2008
Dimas Cuevas, uno de los fichajes estrellas del PP es un ignorante. Dijo hace poco que no sabía si alguien como yo era perro o gato. Se sumaba así a la doctrina Botella sobre peras y manzanas, y buscaba como siempre la peor comparación.
Cuando no hemos sido enfermos, desequilibrados o contranaturas, hemos sido perros, gatos o delfines, esto es, somos enfermos y animales. Si lo que separa al ser humano del animal es la razón y el sentido común, tenemos que concluir que algunos representantes del PP si que están más cerca del estadio animal que del racional.
Un señor que no sabe distinguir a un perro de un gato y se mofa de una realidad social para discriminarla, no es sólo un homófobo sino un auténtico ignorante. Y la ignorancia conduce no sólo a cuevas mentales, sino a la caverna de la intolerancia; una intolerancia que es resultado de una falta de instrucción y habilidades sociales que se cura con educación para la ciudadanía. Así se manifiesta el Partido que pretende gobernar en España. Un partido que fichó a dos estrellas para esta campaña electoral, Pizarro y Cuevas, la primera se estrelló con Pedro Solbes y la segunda se estrellará el 9 de marzo.
Mientras tanto, escucharemos de nuevo a Rajoy en el próximo debate con Zapatero. Espero que no vuelva a repetir la felonía de decir que el presidente del Gobierno agrede a las victimas del terrorismo; y espero, también, que no termine con una intervención que, por cursi y relamida, retrata a una derechona que en el extremo y da miedo. En todo caso, sepa señor Rajoy que gracias a la mayoría de izquierdas de este país “su niña” podrá crecer en España, acudir a la enseñanza o la sanidad pública, encontrar trabajo en igualdad con los hombres, desarrollar libremente su personalidad… y si es lesbiana podrá tener reconocida su dignidad, casarse y darle nietos a su abuelo Mariano. Todo ello a pesar del Partido Popular.

Porra en Mano

viernes, 22 de febrero de 2008
Con mucha cara dura quieren aparecer como salvadores de una ciudadanía a la que intentan sumir en el desconcierto, la orfandad o el pánico. Lo peor es que en demasiadas ocasiones funciona. Les basta con cargar contra los inmigrantes para generarse apoyos. Da igual que la política migratoria española tenga el aval de la CEOE, CEPYME, UGT o CCOO, les da lo mismo, juegan con la repetición de la mentira para generar situaciones ficticias que les procuren beneficios electorales, aunque destrocen con ello la convivencia ciudadana. Así actúan en todo el mundo y así lo hace el PP en España. Sin recato alguno y ayudados por obispos integristas, por el lobby ultraconservador y por voceros como Jiménez Losantos, se han convertido en una auténtica fábrica de rechazo hacia los trabajadores migrantes, el movimiento de mujeres, los artistas y creadores, los homosexuales... De esta forma afianzan su poder para intentar volver al Gobierno. Y para ello son capaces de todo, hasta de intentar imponernos aquello que ni cumplen. Si en este país hubiera un jerarca integrista coherente debería actuar y denunciar a los que van dándose golpes de pecho y no dudan en utilizar leyes contra las que han votado (divorcio, reproducción asistida, aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo… Pero así es el PP de cínico, un partido que en campaña electoral no quiere transmitir otro mensaje que el de mano dura contra los más vulnerables, esto es, durísimos con los más débiles… y serviles con los poderosos. En fin, mientras unos apostamos por un futuro de avance social, cultural y económico, otros representan el pasado y se les ve de lejos la porra en la mano

Hace cuatro años

viernes, 15 de febrero de 2008
Hace cuatro años el Gobierno de Rajoy remataba la peor catástrofe medioambiental de nuestra historia reciente. Hace cuatro años el Gobierno de Aznar nos metía en una guerra inmoral, ilegal e injusta que, a día de hoy, se ha cobrado más de 600.000 vidas. Hace cuatro años el presidente Aznar y su amigo Bush ponían las patas encima de una mesa y se reían del mundo con una chulería obscena.
Hace cuatro años el PP tenía mayoría absoluta y la deriva hacia la derecha extrema no se hizo esperar. Del famoso viaje al centro de 1996 pasaron a una cruzada conservadora en el año 2000. Y desde entonces, hasta ahora, pues el PP sigue escorándose hacia la derecha. Siguiendo la hoja de ruta de los ultras europeos cargan contra los homosexuales, las mujeres, los inmigrantes,... esto es, contra las realidades más vulnerables, aquellas que acaban de ser amparadas por la Ley. Marcando tendencia, el Partido Popular se presenta a las elecciones generales como el primer partido que va a guillotinar derechos civiles ya consolidados, lo que nunca había pasado en democracia.
Hace cuatro años luchábamos por un cambio de Gobierno. Soñábamos con tener un Presidente que le declarara la guerra a la guerra, que apostara por la paz, el diálogo y la cooperación al desarrollo, que hiciera de España un país respetado por los grandes y querido por los pequeños, que se ocupara de los que menos tienen y de los que no pueden, que se declarara feminista y desarrollara políticas con perspectiva de género, que hiciera política y que gestionara bien, que generara riqueza utilizando nuestra diversidad, que recitara a Cernuda en el Congreso de los Diputados... Algunos soñábamos con un Presidente que defendiera valores republicanos de libertad, igualdad, fraternidad, solidaridad, laicidad... Hoy lo tenemos

Rajoy es un peligro

viernes, 1 de febrero de 2008
Rajoy quiere acabar con el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ahora dice que lo que pretende es cambiar sólo la palabra matrimonio y que los derechos no los cuestiona. Miente. Sabe que el nombre es fundamental. Si no hay matrimonio no tendríamos la consideración de cónyuges y perderíamos todos los derechos inherentes a esta condición. Sin matrimonio no podríamos adoptar conjuntamente, dejando desamparados a más de 80.000 menores que viven ya con familias homoparentales. Sin matrimonio no hay plena equiparación, violándose así nuestra dignidad...
Una dignidad que conlleva iguales derechos y deberes, y con los mismos nombres. Por eso oculta que, en su recurso contra el matrimonio, lo que pretende no es un cambio de palabra sino expulsarnos del Código Civil, y eso es puro apartheid. Rajoy no nos quiere, ni nos considera iguales ¿o cree que hemos olvidado que al debate sobre el matrimonio envió a un psicopatólogo, que lo primero que dijo fue que los homosexuales estamos enfermos? Que le quede claro, la homosexualidad no es una enfermedad, los enfermos son los homófobos, esto es, los que nos niegan la igualdad en plenitud.
Señor Rajoy: el secreto de la igualdad está en la valentía y usted sigue siendo un político cobarde. Sea valiente y diga que son los opusinos, kikos, legionarios, federicos y demás obispos integristas, quienes mandan en el PP, y que de derechos para los homosexuales nada.
Hipócritas. Siempre igual: nosotros aprobamos las leyes y ellos las usan: divorcio, adopción, reproducción asistida, anticonceptivos, aborto, matrimonio civil... Eso sí, mientras tanto nos insultan. Ojalá que la Diosa Razón los ilumine