Yo también quiero TRANSformar Madrid

Corazón azul

Corazón azul
Contra la trata de mujeres

Decisión vergonzosa

lunes, 22 de septiembre de 2008
La decisión adoptada por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial, con los votos de la mayoría conservadora, de retirar la sanción impuesta a la jueza de Denia, Laura Alabau es vergonzosa.

Se trata de una magistrada, de una funcionaria pública que, tras haber jurado o prometido cumplir y hacer cumplir las leyes, negó el derecho al matrimonio a dos personas del mismo sexo y lanzó tremendas diatribas contra el Gobierno de España y el Fiscal Jefe de Alicante. Todo ello motivó que fuera sancionada con la exigua cantidad de 305 euros por una falta grave, sanción que le ha sido retirada en el último Pleno del CGPJ. Se trata del último acuerdo de un Consejo, cuya mayoría ultraconservadora, ha erosionado la confianza de la ciudadanía en el Gobierno de los jueces, además de haber sido correa de transmisión de la oposición destructiva que ha venido realizando el PP desde la llegada al Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Algo ya intuimos en 2005, cuando el ex Ministro de Justicia, José María Michavila, felicitó públicamente a Alabau por impedir el matrimonio entre dos lesbianas –esto es, por incumplir la Ley-, y afirmó sentirse “ilusionado” tras conocer a una magistrada que “cree en la Constitución, la democracia y el Estado de Derecho”. Es lamentable que una mayoría conservadora, que no representaba a la mayoría política existente y estaba “en funciones”, aproveche la última sesión de su polémico mandato para hacer otra demostración más de corporativismo.

La derecha siempre igual, tratando de desacreditar determinados órganos de gobierno para generar desafección en la ciudadanía hacia determinadas instituciones y, por extensión, hacia la política. Mientras, la Fiscalía General del Estado planteará recurso ante el Tribunal Supremo, como antes hiciera con la increíble decisión que se tomó con el juez Tirado. Espero, por el bien de la democracia y la credibilidad de nuestro sistema judicial, que el Supremo ponga cordura en lo que ha sido la crónica de unas decisiones que nos debieran avergonzar e inquietar a todos.

Foro en Rivas

viernes, 12 de septiembre de 2008

Durante estos días se está celebrando en Rivas-Vaciamadrid el III Foro Social Mundial de las Migraciones, un espacio de reflexión y debate en el que tienen cabida más de 3000 delegados de los cinco continentes. Es un encuentro que merece la pena porque ofrece una visión madura, una visión completa y real de los movimientos migratorios. Así lo demuestra el hecho de que todos los análisis compartan el mismo punto de partida: las causas de las migraciones, un aspecto esencial, que la derecha siempre prefiere lejos del debate público.


Sin embargo, como ciudadanos hemos de tener siempre presente cuáles son las razones por las que una persona es capaz de arriesgar su vida para alcanzar su sueño. El “efecto huida” existe y sus causas son evidentes: huida de la guerra, huida de las dictaduras, huida de la miseria, y también, cada vez más, huida de los efectos que provoca el cambio climático. Desde luego, da que pensar que a día de hoy ya haya seres humanos huyendo de la devastación que estamos provocando en la naturaleza. Da que pensar, y da todavía más razones para actuar.

También se abordan todos los demás aspectos de las migraciones, con especial énfasis a los procesos de integración y potenciación de los servicios públicos más avanzados. Pero si hay un aspecto que quiero destacar es la progresiva e imparable transformación de los movimientos migratorios en movimientos sociales. Una transformación que ya ha empezado, que está siguiendo la trayectoria por la que han ido pasando todos los movimientos sociales y que, como ocurre cada vez que los seres humanos nos organizamos por una causa justa, está abriendo sus ventanas de oportunidad, en este caso tanto en lo local, como en lo global. Y no sólo para la mejora de la convivencia a través del impulso a la participación y los derechos, sino también para el desarrollo de aquellos países que están viviendo lo que vivimos en España hace no demasiado tiempo.

Otro Madrid

viernes, 5 de septiembre de 2008
El XI Congreso del Partido Socialista de Madrid (PSM) no tardará en ser visto como el principio del cambio, como el comienzo de una nueva etapa política y de apuesta social en nuestra Comunidad Autónoma. Se dirá que fue el inicio, que fijó la diferencia entre dos proyectos políticos bien distintos, el de Esperanza Aguirre y el que lidera Tomás Gómez; entre un modelo agotado, lastrado de pasado y otro cargado de ilusión y de futuro; entre una manera de hacer política basada en la obsesión por dividir y otra que apuesta por la convivencia y la igualdad de oportunidades. Durante este mes, unos organizaran su Congreso para medirse, y otros celebraremos el nuestro para sumar ideas, voluntades y construir así el Partido Socialista que Madrid lleva tanto tiempo anhelando.

Pero si hay una diferencia que, en sí misma, pueda contener a todas las demás, esa es la responsabilidad. Así, cuando no hay transparencia, como está ocurriendo en el Partido Popular, sus dirigentes no se sentirán precisamente obligados a ser responsables y cumplir las leyes aprobadas en las Cortes Generales, como sucede en Madrid con la Educación para la Ciudadanía.

Por eso es tan necesario otro color, otro Madrid. No sólo por la saludable alternancia entre partidos, no sólo por la mejora de nuestra calidad de vida, por la modernización, por el impulso a la libertad y a la igualdad de trato, consideración y oportunidades para las familias madrileñas, sino, también, por la necesidad cívica de regenerar las instituciones. Por eso, al decir que queremos “Otro Madrid” las mujeres y hombres socialistas hablamos de ti; de un Madrid plural, diverso y heterogéneo que necesita un Partido y un Gobierno que se parezca a quienes representa. Estoy convencido de que con el proyecto de cambio que salga de este Congreso, el PSM estará ya preparado para ganar la confianza de la inmensa mayoría de la ciudadanía madrileña.