¿Dónde estamos los hombres mientras se manifiestan las mujeres contra la discriminación y la violencia? Una reivindicación que debería ser asumida mayoritariamente por los hombres, y aún no lo es en plenitud. Unas manifestaciones que lo son de un movimiento de liberación de las mujeres que nos libera –también- a los hombres, por lo que tendríamos que estar siempre en las concentraciones públicas y dar un paso adelante, convirtiéndonos en parte de la solución a un problema que avergüenza.
El machismo es fruto de un perverso sistema que discrimina a las mujeres en beneficio de los hombres; un sistema que algunos aún defienden y justifican. Sólo si los hombres damos una respuesta clara y acompañamos a las mujeres en su lucha, que es también la nuestra, podremos acabar con la lacra de la discriminación y la violencia hacia las mujeres. Así, un año más, en las manifestaciones del 8 de Marzo, y en otras tantas donde se condena la violencia hacia la mujer, la presencia masculina es escasa. No estamos. Y no me explico la falta de apuesta de los hombres más que desde un machismo inconciente que nos impide entender bien que las mujeres que son discriminadas o mueren a manos de sus parejas, ex parejas, maridos o amigos no son otras que nuestras madres, hermanas, amigas o compañeras de trabajo.
No sé que más debe pasar para que los hombres nos movilicemos masivamente, de una vez por todas, contra el machismo en cualquiera de sus manifestaciones, esto es, cuando se discrimina, minusvalora o mata a la mujer por el hecho de serlo. No valen ya sólo las palabras, nuestra presencia en la calle es política y más necesaria que nunca: nosotros mismos tenemos que ser el cambio que queremos ver. Y para ver ese cambio es fundamental que se nos vea manifestándonos junto a las mujeres, en caso contrario podemos convertirnos en colaboradores por dejación de aquello que decimos detestar.
En cualquier otra manifestación la presencia de los hombres es cuanto menos equilibrada, por no decir mayoritaria. Entonces… ¿qué nos pasa? ¿dónde estamos mientras las mujeres se manifiestan por un mundo donde quepan ellas y nosotros en igualdad?
El machismo es fruto de un perverso sistema que discrimina a las mujeres en beneficio de los hombres; un sistema que algunos aún defienden y justifican. Sólo si los hombres damos una respuesta clara y acompañamos a las mujeres en su lucha, que es también la nuestra, podremos acabar con la lacra de la discriminación y la violencia hacia las mujeres. Así, un año más, en las manifestaciones del 8 de Marzo, y en otras tantas donde se condena la violencia hacia la mujer, la presencia masculina es escasa. No estamos. Y no me explico la falta de apuesta de los hombres más que desde un machismo inconciente que nos impide entender bien que las mujeres que son discriminadas o mueren a manos de sus parejas, ex parejas, maridos o amigos no son otras que nuestras madres, hermanas, amigas o compañeras de trabajo.
No sé que más debe pasar para que los hombres nos movilicemos masivamente, de una vez por todas, contra el machismo en cualquiera de sus manifestaciones, esto es, cuando se discrimina, minusvalora o mata a la mujer por el hecho de serlo. No valen ya sólo las palabras, nuestra presencia en la calle es política y más necesaria que nunca: nosotros mismos tenemos que ser el cambio que queremos ver. Y para ver ese cambio es fundamental que se nos vea manifestándonos junto a las mujeres, en caso contrario podemos convertirnos en colaboradores por dejación de aquello que decimos detestar.
En cualquier otra manifestación la presencia de los hombres es cuanto menos equilibrada, por no decir mayoritaria. Entonces… ¿qué nos pasa? ¿dónde estamos mientras las mujeres se manifiestan por un mundo donde quepan ellas y nosotros en igualdad?
4 comentarios:
Pedro, totalmente de acuerdo, algo tan simple: ¿Dónde estamos los hombres mientras se manifiestan las mujeres contra la discriminación y la violencia? Y para lo cual no tenemos respuesta.
Saludos desde Buenos Aires.
Para empezar, deberia enterarse alguien de que esa manifestación existe. No tiene repercusión mediática y a estas alturas no es otra cosa más que una tradición a la que acudimos las mismas todos los años.
Con el paso de los años el movimiento feminista se ha transformado, se ha refugiado en los partidos políticos para hacer fuerza desde allí y ha abandonado la calle, que es donde nacen todos los movimientos y de donde nunca deben salir.
No tenemos un movimiento feminista fuerte, no tenemos un movimiento feminista que explique que "feminismo no es lo contrario del machismo". Lo sorprendente es que este tipo de expresiones surgen en boca de activistas lgtb, que deberían estar al menos, un poquito más concienciados porque es precisamente el feminismo la fuerza que nos impulsa a luchar contra la discriminación. Si en nuestra casa nos encontramos con este problema, cómo será llegar a la población general.
Antes de preguntarnos "¿Dónde estan los hombres?", preguntémonos "¿Dónde estan las mujeres?". Creo que el problema que tenemos es mucho más grande de lo que creemos. El movimiento feminista va perdiendo fuerza, no explica con sencillez los conceptos, las diferencias provocan luchas internas y seguimos teniendo una imagen dificil y hostil de lo que es una mujer/hombre feminista. Yo veo una torre de Babel donde los cimientos se resquebrajan y no nacen nuevas raices para sustentarla, nos falla la base y eso pone en peligro el sistema completo. Hay que hacer algo.
Es muy sencillo querido Pedro, como las leyes de violencia de género en líneas generales tratan de matar moscas a cañonazos, no estamos, no estamos porque estas leyes meten en la cárcel a un importante número de varones que no son violentos, no estamos porque el que se divorcia no es violento por sistema, pero esta ley lo da a entender en un gran número de casos, no estamos porque estamos cansados de sufir tanta injusticia, no estamos porque vemos que se protege al violento camuflándolo entre todos los hombres separados y se desportege aún mas a la maltratada, no estamos porque en caso de denuncia de maltrato falsa no hay un castigo ejemplar, y por último te voy a decir Pedro porque creo que tú si estás.
Porque en el caso de las parejas homosexuales no os afecta la violencia de género como a las heterosexuales, y lo sabes perfectamente, hasta en esto de momento estáis discriminados, una verdadera pena que se quiera jugar a ser liberal para hacer lo mismo.
Igual de malo es el patriarcado que el matriarcado, pero en el caso de separación o divorcio con hijos el 80% de los casos se lleva la casa, la pensión y los hijos la madre, lo cual fomenta el Matriarcado.
Es mi modo de ver y si sin duda alguna necesito que alguien me enseñe a conocer el nuevo modelo de masuclinidad, porque veo atisbos desigualitarios en el otro lado de la balanza y no lo comprendo, tan malo es un desequilibrio como el otro.
Para ir conociendo mejor el mundo de las mujeres les recomiendo un nuevo blog:
http://alesandrofreeuomo.blogspot.com
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