Han pasado 6 años pero jamás olvidaremos esta fecha, ni a las 192 personas muertas en tan terrible atentando terrorista. Ciento noventa y dos conciudadanos asesinados por los terroristas el 11-M de 2004 en Madrid, y millones de victimas más; porque las víctimas fuimos muchas más, primero ellos, y sus familiares y amistades, pero también la ciudadanía española: en aquellos trenes viajábamos todas y todos. El terrorismo golpea siempre al conjunto de la sociedad por lo que hay que erradicarlo.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha recopilado todos los materiales que la ciudadanía utilizó para manifestar su repulsa ante estos actos de barbarie asesina, y así en el “Archivo del Duelo”, aparte de la repulsa ciudadana, es curioso descubrir, también, mensajes positivos; mensajes que querían reflejar que otro mundo era y es posible, con la palabra como Paz como reivindicación. Mensajes, pues, contra la violencia y los violentos.
Acabo con un poema escrito por un alumno de 5º de primaria en aquellos terribles días: El mañana es nuestro.../ y continuará la vida y la muerte.../ pero tú y yo sabemos que podemos hacer/ un amanecer más claro y pacífico.../ Tú y yo sabemos que juntos, uniendo nuestras manos,/ compartiendo el dolor y siendo solidarios/ haremos nacer un mundo más humano.
5 comentarios:
Día horrible aquél, día que nunca podrémos olvidar... ni los engaños, ni las manipulaciones, ni las medias verdades, ni el descaro, ni la poca vergüenza de algunos, junto a la reacción visceral del pueblo saliendo a la calle. Yo estuve en la manifestación que hubo después del terrible atentado y, te puedo asegurar, que viví momentos en los que me sentí amenazada por los gritos y actitudes fascistas que, muchos, más de los que se dijo, exhibieron. Pero claro, iba con una amiga que no lo vio como yo... así es la vida. Y así nos van las cosas...
Saludos cariñosos.
Queralt.
Yo también me uno y comparto esta entrada plenamente, desde luego un día que no olvidaremos jamás y que ante todo deseamos, no vuelva a repetirse jamás, no sembremos odio a nuestro alrededor, escuchemos el mensaje de ese alumno de 5º de primaria y, lo más importante, garanticemos la seguridad de la ciudadanía apoyando a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, pues nunca es suficiente, máxime con este tipo de terrorismo tan perfectamente organizado para provocar el mayor número de víctimas posible de la peor de las maneras como siguen demostrando a día de hoy; todos juntos para vencer al terrorismo.
Día triste, que algunos no olvidarán nunca y nosotros estaremos con ellos.
Querido Pedro, compañero, todo está vivo en nuestra memoria,hasta la cobardía, las mentiras y ese populismo de todo a cien que parece gustar tanto al PP y a sus valedores.
te dejo una cita, que me impactó en su momento, precisamente cuando las medias verdades interesadas hieren más, la tenía perdida en mi archivo personal, entre cientos y hoy precisamente hoy, al escribir en mi blog, la he encontrado, es curioso yo no creo en casualidades sino en causalidades...
"El que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, pues tiene que inventar otras mil para sostener la primera". (A. Pope)
Un abrazo socialista, querido Pedro ,hoy como siempre estamos con las victimas y sus familias
Siempre estarán en nuestro recuerdo, sobretodo cuando lo vives desde el mismo lugar en que ocurrieron los hechos tan terribles de aquel once de marzo...Lo más duro es cuando les pones caras a las víctimas...cuando ya no son víctimas ocultas después de la noticias que nos llegan desde todos los medios de comunicación, cuando leyendo ves el retrato de tu amigo, aquel amigo que solo compartía contigo su condicción sexual, aquel amigo que bajaba cada mañana a desayunar contigo, mientras eras víctima de lasw burlas de los demás compañer@s...
¡¡¡ Vaya yugurín que te llevas todos los días...!!! . De repente al ver su fotografía en la prensa...¡¡¡ TODOS ERAN ÉL...!!!
Todos eran un poco de ti...Y no hubo nada que pudieramos hacer, solo recordarlos siempre, siempre, siempre...¡ Maldito marzo aquél !
Un abrazo.
Carmela
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